martes, 23 de junio de 2009

Anulan su voto por desencanto


El sentir de los capitalinos respecto a los partidos y sus candidatos quedó de manifiesto en un sondeo realizado por EL UNIVERSAL, en pleno Zócalo de la ciudad de México.

Mediante una urna móvil, las opiniones se recogieron en papeletas con los emblemas de los partidos contendientes. En esos trozos de papel, varios ciudadanos optaron por no cruzar ningún logo de partido, sino más bien escribir de puño y letra su malestar con la clase política.

Y el resultado fue un empate entre el voto nulo y el voto por el PAN. La preferencia por el PRD se expresó muy de cerca, pisándole los talones.

Este ejercicio periodístico -sin fines estadísticos ni de encuesta- sirvió para conocer mucho más que la intención de voto de los ciudadanos, pues la inconformidad y la apatía electoral se mostraron con expresiones como las siguientes: "Por ninguno", "Ya basta de robar al pueblo", "Dejen de robar a México", "Todos los partidos son lo mismo, bola de rateros todos", "No tengo idea de quién podrá responderle a México".

Hubo quien de plano tachó todas las opciones, una por una, o la boleta de esquina a esquina: "No tengo preferencia por ningún partido" o "Gracias por participar". Incluso, alguien sugirió: "Que se unan y hagan cosas de calidad y confianza".

Estas opiniones guardó la "urna itinerante", que 10 minutos antes de las 11 de la mañana se instaló en el piso, muy cerca de la salida del metro Zócalo.

En los cinco primeros minutos sólo una pareja de unos 40 años de edad se acercó a ver de qué se trataba.

Con la boleta en mano, ella preguntó: "¿En cuál partido está López Obrador?". Su esposo le respondió con el dedo sobre la boleta. Y hubo alguien muy menor, pero más explícito que jalaba impaciente la falda de su madre y le decía "PRD, PRD".

Minutos más tarde, pero con la misma intención, una mujer de la tercera edad preguntó: "¿Quién es el candidato del PRD?, para saber si está con los Chuchos o con los otros, porque la gente de los Chuchos traicionó al PRD y al país". Y ya en su ánimo conversador, criticó la apatía de los jóvenes hacia la política: "Ya no son como antes, ya no les interesa la política. No son como en el 68".

Aunque empataron en cuanto al número de votos, no se escuchó ninguna voz que comentara algo sobre el PAN. Fue como un voto en silencio.

Votos pragmáticos

No habían pasado ni 10 minutos, cuando personal del gobierno del Distrito Federal y de la policía se acercaron a preguntar qué pasaba. Y aún con la respuesta satisfecha, cuatro uniformados se quedaron observando la dinámica discretamente; sólo uno de ellos se animó a participar.

Para otros electores, la decisión no dependió de convicciones, como la de un hombre de cabello blanco que sin pensarlo mucho marcó el logotipo de un partido y dijo: "Este está de moda".

A paso lento, un matrimonio se acercó a donde estaban las boletas. Él, con dos gotas como lágrimas tatuadas en la mejilla, preguntó de qué iba el ejercicio y sin pensarlo dos veces se animó a emitió su voto.

Pero los que hablaron de más, hasta repitieron frases de campaña de algún partido: "Que le den pena de muerte a los secuestradores; aunque sea con uno o dos que maten. Yo voto por éste", dijo un padre de familia.

Y no faltaron la curiosidad ni la apatía. La primera se detenían para escuchar las instrucciones del ejercicio. La segunda rehusaba a participar con el pretexto de "tengo prisa", "no, ahorita no", y "ahorita no puedo, con estos niños en la calle... hey, vámonos a desayunar a los azulejos...", dijo una mujer rubia, de piel blanca, vestimenta de marca y lentes oscuros a quienes la acompañaban. De todo había en el zócalo de la ciudad. (Con información de David Galicia y Juan Pablo Mayorga)

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