miércoles, 3 de junio de 2009

Soberbia ante el voto en blanco

Katia D'artigues
Campos Elíseos
El Universal

Sí es una gran ola. Pero los políticos, soberbios, no quieren verlo.

No es una “ocurrencia” de alguien con una filiación determinada llamar a “votar en blanco” o hacer un voto nulo para políticos nulos, como dice Carlos Páez Agraz en Guadalajara. Eso de ponerle “tache a todos”, como dice Gabriel Hinojosa Rivero en Puebla (y sí: es primo de Felipe Calderón Hinojosa).

De un mes para acá muchos hemos escrito sobre el fenómeno creciente del voto en blanco; del hecho de que siete de cada 10 mexicanos no piensan ni ir a votar… pero los políticos no acusan recibo.

O andan pensando, como también lo escribió José Saramago en Ensayo sobre la lucidez, que todo es producto de una suerte de compló… cuando —en la novela y en la realidad— se trata de un despertar ciudadano.

Peor. Si lo hacen, escriben para descalificarlo. Para muestra, el artículo que Germán Martínez publicó ayer en EL UNIVERSAL: “El voto nulo está movido por los mismos que antes de la alternancia con Vicente Fox gritaban (…) ‘choque de trenes’ que haría volar en pedazos a la nación. También me temo que son los que, luego de la victoria del presidente Calderón, clamaban a un presidente interino (...) cuando se les acabó el cuento del ‘Estado fallido’, son ellos mismos los que traen el voto nulo”.

O sea: todo es un compló de sectores del PRI y el del PRD-PT-Convergencia (juntos o separados… ya ni ellos saben) que… ¡los desacredita a ellos por igual! Fíjese.

Allá Germán y los demás políticos que les vale, porque están apostando a una elección de maquinarias/acarreos que nos desilusionará más.

El antivirus es sencillo: basta con subirse a algunas de las peticiones que se hacen a la par de votar en blanco, y que no escuchan. Como las candidaturas ciudadanas, aunque el tribunal ayer haya bateado a dos. La reelección de legisladores. La transparencia de los partidos.

Y otra: que se legisle el voto en blanco. Si una mayoría vota en blanco, que se repitan las elecciones con otros candidatos y, claro, menos presupuesto. En 2005, una diputada del PRD, Eliana García Laguna, presentó una iniciativa así. Debe estar en la congeladora.

Claro, también pasa que se necesita “autocrítica”… de la cual carecen los partidos políticos.

Ayer me topé con la página web de una ex panista desilusionada, Tatiana Clouthier, quien ahora con un matrimonio por conveniencia firmado ante notario con Nueva Alianza quiere ser alcaldesa en San Pedro Garza, Nuevo León.

En un video dice, tras llamar a los ciudadanos a abrir los ojos: “Si ya nadie cree en los partidos políticos, es porque empezamos a creer en nosotros mismos”.

Eso es lo mejor que podría suceder.

1 comentario:

  1. El voto se anula solo.

    Un proceso electoral debe garantizar el principio democrático de la mitad más uno de los electores inscritos, esto es que si hay 77 millones 481 mil 874, un partido alcanza la marotía y por tanto la legitimidad para gobernar con 38 millones 740 mil 938 sufragios, de lo contrario no sería legítima y una autoridad ilegítima, no es autoridad; este debe ser el criterio del Tribunal Electoral al momento de resolver las elecciones 2009.

    Las elecciones 209 servirán para ver con claridad las ruinas del sistema democrático.

    Pero no todo está perdido, pues existe un sistema más altamente democrático que se llama DEMARQUIA.

    Por favor visiten el sitio:

    http://constituyente civil-mexico2010.blogspot.com

    Los estoy invitando a participar como LEGISLADORES CIUDADANOS.

    Con fundamento en el artículo 39 constitucional el pueblo tiene capacidad de legislar, por eso estamos editando el proyecto de la nueva constitución federal y preparando la Asamblea del Pueblo Constituyente 2010.

    Mayores datos en el correo:

    constituyentecivil.mexico2010@gmail.com

    Saludos.

    Alfredo Loredo

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